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domingo, 30 de marzo de 2014

Los patrones de comportamiento de las personas extraordinarias




Un estudio realizado por James Citrin y Richard Smith descubrieron los cinco patrones de comportamiento de las personas extraordinarias:

  1. Entender el valor propio para saber cómo se puede contribuir al éxito de los demás.
  2. Practicar un estilo de liderazgo benevolente, buscando el éxito de los demás. Los líderes no trepan hasta el primer puesto, sino que son conducidos hacia él. Sólo se avanza en la medida en que lo hagan los demás.
  3. Superar la paradoja del permiso; sin experiencia, no te dan trabajo y sin trabajo, no adquieres experiencia. Siempre hay un camino.
  4. Diferenciarse mediante la regla del 80/20, que ducta que ese 20% del contenido del trabajo que no está claramente definido es el que marca la diferencia entre las personas.
  5. Emplear los puntos fuertes de cada uno, haciendo lo que a uno le gusta, con la gente con la que uno disfruta trabajando.
    Patrones de comportamiento de las personas extraordinarias


El camino no es fácil, equivale a no dejarse llevar por los cursos incontrolados de los acontecimientos, sino a reflexionar y a lograr la perspectiva necesaria para guiar, proactiva o reactivamente, tu destino.

Fuente:Roberto Álvarez del Blanco

Amor Líquido Versus Buen Gobierno



El sociologo Zygmunt Bauman ha creado el concepto clave como modernidad líquida o amor líquido, refiriéndose a nuestra época en la que los vínculos tradicionales de la familia, el trabajo o la pareja están en profunda crisis o han desaparecido, provocando fuertes zozobras personales. En sus ensayos ha examinado las consecuencias de esta nueva época: la sociedad, con el miedo al ejército de vidas desperdiciadas que se va formando.


Amor líquido Vs Buen Gobierno
Los miedos hoy, a diferencia de tiempos pasados, son fluidos, poco definidos. Las personas ignoran las causas y se sienten impotentes para hacerles frente. Es una combinación tóxica. Algunas situaciones, incluiso, provocan que se es tan bueno como el último éxito, que no dura mucho. A eso se suma fragilidad de los lazos humanos, relaciones de las que se puede desprender cuando se quiera, aunque también ellas de uno.


El mejor antídoto,  en esta situación liquida, es mantener la vista en el largo plazo con un código de buen gobierno personal y ser muy conscientes de que los méritos propios ayudan a mantener la orientación, sin inhibirse ante los rápidos cambios o aparentes. Es la única salida para evitar el colapso; el corto plazo son métodos seguros de perder el tiempo.

Fuente: Roberto Marcos Álvarez del Blanco (Experto en Marketing)